martes, 6 de febrero de 2007

EL FÚTBOL YA NO ES LO QUE ERA

Ni mucho menos. El fútbol no se parece en nada al deporte de hace unos años. Y todo, por la actuación de unos cuantos que quieren enturbiar un día normal de fútbol. El otro día, el partido que enfrentaban al Palermo contra el Catania acabó como la rosa de la aurora.
Tras suspender el partido, por los altercados entre los hinchas de las dos aficiones, el árbitro y los jugadores se dirigieron a los respectivos vestuarios entre una humareda densa, que se había adueñado de todo el campo, debido a las bengalas que los gamberros habían arrojado al terreno de juego. Los ánimos, al contrario de lo que se esperaba, no se calmaron, y a la salida los hinchas se enfrentaron con la policía.
Las imágenes muestran como un coche de las fuerzas de seguridad es asediado por un aluvión de palos y piedras que impactaban con violencia en los vehículos. En uno de esos momentos, un policía, Filippo Raciti, de 38 años de edad, fue agredido y llevado posteriormente al hospital donde desgraciadamente, perdió la vida. Al parecer, uno de los tiffosi le había arrojado dentro del coche un petardo provocándole una obstrucción en sus vías respiratorias causándole la muerte.
Este hecho ha conmocionado al país entero, y el clamor popular pide a gritos una solución inmediata porque muchos piensan que esto ya no tiene marcha atrás.
Estos días se han reunido los directivos de los clubes y la plana mayor del gobierno italiano para llegar a un acuerdo. Han aparecido voces discordantes en los equipos de fútbol ya que no quieren que La liga Italiana se suspenda indefinidamente.
Los intereses creados y el dinero que se genera parece que es lo más importante.
El otro día, el presidente del Palermo, Maurizio Zampari, declaró "que los ultras nunca desparecerán de los campos de fútbol. Para él, los ultras que han producido estos altercados no son simples ciudadanos, sino delincuentes en toda regla que deberían estar entre rejas."
En este clima tenso los principales perjudicados son los clubes que además no se muestran muy conformes con las posibles medidas que se adoptarán en un futuro. Medidas que ya deberían haber cumplido, pero que según ellos les es imposible debido a la falta de recursos económicos. Recursos que se destinan a pagar desorbitadas cantidades de dinero a sus jugadores pero no a la seguridad de sus aficionados. Una hipocresía que se destapa a raíz de la muerte de un inocente a manos de un grupo de exaltados que van a destrozar el espectáculo y el juego limpio. Esto no se puede negar, y las medidas a tomar tienen que ser contundentes, o sino, la espiral de violencia no tendrá fin. Reflexionemos porque no pueden pagar justos por pecadores. Los que hacen daño tienen que ser castigados. No se conseguirá quitar el problema en poco tiempo, sino se actúa de una forma rápida, pero por algo se empieza, ¿no?.
BY DANi.

Opinión Libre: ¿Con qué sanción ejemplar se debería castigar a la Liga Italiana?
A continuación un vídeo sobre la violencia en los campos por parte de los tiffosi. Hace unos años, éstos arrojaron una moto desde las gradas y la incendiaron.

No hay comentarios: